sábado, febrero 26, 2011

El escritor como Guerrero (publicado en la revista PicNic no. 38, febrero 2011)




Con la frecuencia con la que padezco pesadillas, no hace mucho tuve que preguntarme qué tanto me conozco a mí mismo. O de qué otra manera podría explicarme tantas noches de terrores nocturnos desde niño, que han sido determinantes en lo que soy ahora. En alguna parte de mi mente y de mis recuerdos se ocultan miedos e inquietudes que la escritura ayuda a esclarecer. Las razones que me hacen luchar contra los demonios que me habitan, tienen que ver con una infancia de apremios económicos y la muerte de mis padres cuando yo era un jovenzuelo necesitado de mejores armas para la vida. Aprendí que necesitaba ganar dinero, pero no se me da, soy mejor adquiriendo deudas, es una razón para no bajar la guardia. Soy autodidacta, apenas completé la secundaria, y desde entonces he luchado a brazo partido contra mis limitaciones para asimilar en la lectura estilo, contenido, forma y fondo. Esto requiere de un saber, una estrategia. En ese sentido, soy un escritor realista.
Mis primeros textos fueron publicados en un momento muy turbulento de mi vida, casi a los treinta años, una edad en la que muchos escritores ya tienen largo trecho recorrido. Pese a ello, aproveché una oportunidad para irme del país y me llevó casi diez años regresar, gracias a eso, pude hacerme cargo de mí mismo decidido a retomar la aspiración que parecía inconseguible. Ganarse unos pesos en este oficio no es cosa fácil. Es una elección de vida que poca gente que conozco puede darse. Pasé muchos años llenado esas deprimentes hojas amarillas de solicitud de empleo Printaform. Experimenté muchos rechazos y desconfianza a todos niveles. No es algo de lo que pueda estar orgulloso, pero lamentablemente es mi realidad, mas cruda, mas visceral. Aún y cuando ya obtenía un pago por mis colaboraciones en revistas y periódicos, hasta hace apenas unos años comencé a sostenerme sólo de mi escritura y de otros trabajos eventuales relacionados con la literatura. Tuve una beca durante tres años y fue una etapa de mi vida aciaga en términos creativos y económicos. Tengo cuarenta y siete años. Y basta con el hecho de no tener que ir más a trabajar a la cocina de un restaurante, a limpiar una casa o una bodega de zapatos, para sentirme privilegiado. Sobre todo en un país como este. Apenas y libro mis gastos más elementales, a veces con mayor fortuna que otras, pero vivo de mi oficio.
Hago mía una idea de Borges expresada hasta la saciedad por otros como él: es el infortunio y no la felicidad, lo que se transforma en literatura.
El escritor, en esencia, es un guerrero solitario en lucha permanente contra todo lo que se opone a su voluntad creativa; está obligado a cambiar su entorno a través del lenguaje escrito, lo cual significa un duro proceso de aprendizaje que imponen, antes que sus maestros de vida y obra, sus propios errores. Una mala elección de mujer puede significar la derrota absoluta, el fin de sus aspiraciones. La mujer, tal y como Nietzsche la concebía, debe ser el reposo del guerrero; quien estará ahí cuando necesita que alguien lo levante del suelo abatido por el peor enemigo de cualquiera: la humillación. No en balde, el escritor oculta sus debilidades con la fuerza de su prosa. Sin ambición y mucha suerte, cualquier batalla está perdida de antemano.
Faulkner afirmaba que el artista cree que nadie es lo suficientemente bueno para darle un consejo. Su vanidad le impide la admiración plena al escritor experimentado, quiere a toda costa superarlo. Es un asunto de vida o muerte, la muerte en vida cuando el escritor guerrero no es capaz de encontrar las armas que lo separen del anonimato o la medianía. Una voz propia con la entereza y claridad necesarias para aliviar tantas noches de desazón y deliberaciones inútiles para enfrentar hasta el fin de sus días al enemigo a vencer: la hoja en blanco.

2 comentarios:

david perez estrada dijo...

saludos desde chihuahua. oye mi nombre es david perez estrada y antes vendia las revistas su y numero por aca y tambien llegue a vender tu libro el que fue premio testimonio, por contacto de peper rojo.
sabes que estamos dando un taller editorial a jovenes y buscamos alguien de experiencias que complementara con una charla a los alumnos, y pense en ud.

no se si estas interesado , busque algun correo pero solo encontre aqui y tu blog

te dejo mi correro por si te interesaria y charlar mas al respecto

saludos

studio,wa@mail.com

J. M. Servín dijo...

confirma tu dirección David Pérez, porque la que pones en tu mensaje no funciona