lunes, agosto 01, 2011

Todas las de perder. Publicado en revista Nexos. Agosto 2011

La revista Nexos de agosto de 2011 dedica su número a "La ciudad de cada quien", donde colaboro con una breve crónica sobre el infierno de los hospitales públicos en el DF. Aprovecho el tema para saldar aunque sea en una mínima parte, la deuda de amor y amistad que tengo con el personaje principal de esta historia: mi hermano, todo un goodfella, fallecido el pasado 22 de marzo. Este es el el link a la revista donde aparece mi texto: Nexos - Todas las de perder

Una camilla abandonada en uno de los estacionamientos del hospital de Xoco 

 Mi hermano Eduardo, en una de sus últimas visitas a mi casa, allá por 2005

4 comentarios:

Yo dijo...

Hola señor Servín.

No tengo el gusto de conocerlo, tampoco sabía que escribiera, caí en su publicación de la revista nexos (http://www.nexos.com.mx/?P=leerarticulo&Article=2099455#.TkIMUCODKoI.twitter) porque sigo a Héctor Aguilar Camín en twitter.

Lamento muchísimo la situación que usted describe en su texto, de verdad. Sé que mucha gente pasa por lo mismo, pero la manera en que usted lo describe hace que me sienta identificado.

Le voy a platicar un poquito de mí.

Tengo 28 años y tengo 5 hermanos. Mi papá siempre trabajó (aún vive) y nos pagó la mejor universidad que pudo. A nosotros los hermanos menores ya nos fué tocando menos opciones, pero nos pagó la universidad la mayor parte del tiempo y eso se agradece.

Pero nunca hemos sido una familia de esas que tiene seguros médicos, nadie fué al dentista y casi no salimos de vacaciones.

Hace unos días mi madre enfermó de la vesícula, mi papá a estas alturas gana poco, mis hermanas ya mayores y casadas viven bien, pero por su esfuerzo, nada de herencias. No tenemos grandes deudas pero tampoco ahorros millonarios, particularmente tengo un negocio que no acaba de repuntar pero tampoco se vá abajo, otro de mis hermanos se acaba de casar y el menor aún estudia.

Mamá enfermó y no hay dinero ni seguro para atenderla... mi papá estaba triste de no poderla atender como todas las mamás se lo merecen así que "tuvimos" que llevarla a un hospital de la Secretaría de Salud Jalisco.

Podría decir que somos una familia educada, mi papá nos enseñó a leer desde pequeños y no nos dejaba ver los simpsons, ni programas que él consideraba "vulgares" como tanto abundaban por los 80s, nada de Brozo y sus albures, ni siquiera Derbez y sus dobles sentidos. Papá nos enseñó a respetar la autoridad y respetar a las demás personas... Fué difícil pensar que mamá estaría en un hospital "de pobres". Se lo digo con toda honestidad porque así me sentí, claro que, inmediatamente después afiné mi sentir y me reproché pensar eso de la demás gente que esperaba turno para ser atendida.

Perdone que me extienda tanto, a lo que quería llegar:

Yo dijo...

El hospital resultó ser muchísimo mejor de lo que esperaba, muchísimo, mil veces mejor que cualquier IMSS, incluso mejor que los hospitales caros de Guadalajara (mi hermana es empleada de una transnacional y su seguro médico paga hospitales lujosísimos). Las enfermeras resultaron ser sumamente amables y cuidadosas en su actividad. Los doctores (a pesar de ser cirujanos) se mostraron atentos y nos explicaron qué harían. Los policías (que debo decir tienen, como todos los policías de hospital, complejo de todopoderosos) incluso eran atentos con las demás personas... mamá estaba en un hospital "feo" para los estándares que uno recibe en la publicidad, pero bien atendida.

Como le decía, yo no tengo dinero para dar, gano 10,000 libres al mes y casi todo se vá a mi negocio y una parte a un coche que acabo de sacar, después de ahorrar un año. Mi hermano casado no tiene ahorros, mi hermano menor no tiene empleo y mis hermanas, una es maestra y aún paga su casa y las otras tienen sus gastos. Mi papá tiene 64 años y sigue trabajando, tampoco tenía dinero.

Al finalizar la operación y los cuidados una trabajadora social le preguntó a mi papá: "Oiga señor, cuánto lleva gastado usted aquí en los 7 días de hospital?" Mi papá le dijo que había gastado $5000 pesos en unos estudios y una endoscopía que le hicieron a mi mamá por encargo de un amable doctor. La trabajadora social solo dijo: "Ya gastó mucho, tenga su pase de salida y ya no vá a pagar más", a pesar de que NO tenemos "seguro popular".

A mi papá se le salieron varias lágrimas.

No sé porque le escribo todo esto, me conmovió mucho lo que usted escribió porque tengo un tío lejano que llama a mi casa cada mes, ebrio, yo no lo conozco, sólo sé que mi papá no quiere hablar con el porque solo le llama cuando está ebrio. Yo contesto siempre el teléfono y el tío me platica tristezas...

Le escribo porque quiero que sepa que todavía hay hospitales buenos y prácticamente gratuitos. El IMSS es una porquería, una cosa terrible llena (sí, me atrevo a generalizar) de médicos sin pasión, de enfermeras cansadas y de rateros disfrazados de personal administrativo, es una porquería con toda la palabra... pero la secretaría de salud, al depender del estado, ha sabido dignificar a la gente.

Entenderá que no quiero usar su espacio como publicidad ni nada, soy tapatío y estoy orgulloso de serlo.

Ojalá algo equivalente sucediera en el DF. Mi novia vive allá y la veo cada 15 días. Yo, que vengo de un pueblito como Guadalajara, no puedo comprender cómo funciona el DF, cada mes que estoy allá siento que se vá a colapsar sobre sí mismo. He llegado a pensar que, efectivamente, se colapsa pero se vuelve a construír sobre esas ruinas, en un ciclo que no termina.

Hasta ahora pensaba que no había víctimas, pero por lo que usted escribe me doy cuenta que sí hay víctimas, y que cuando se lastiman a nadie le importa, porque siempre ha habido y siempre seguirá habiéndolas, los servicios de salud que dependen del gobierno fueron destrozados por sus mismos integrantes.

Triste.

Yo dijo...

Espero, de corazón, que su hermano mejore, que no tenga que pasar por la pena que le hacen pasar los empleados de esta mafia y tierra de nadie que es el IMSS y en general los hospitales públicos.

Quería que supiera que espero de corazón que usted y su familia encuentren un hospital providencial como el que atendió a mi mamá.

Ahora que lo pienso no estoy muy seguro de qué intentaba yo lograr al escribir esto, creo que solamente contarle a alguien nuestra experiencia.

Ojalá de verdad que su hermano mejore, por favor no pierda el ánimo. Y ojalá que sus sobrinas encuentren también esperanza.

Gracias por leerme y disculpe la molestia.

Un abrazo.

J. M. Servín dijo...

Gracias a usted por sus comentarios. Mi hermano falleció el 22 de marzo en el hospital de Xoco.