jueves, enero 10, 2008

Una elocuente instantánea

Para quien padece una manía depresiva, ciertas lecturas podrían no ser recomendables. El sujeto que aparece en esta imagen anónima, recibe atención psiquiátrica en el hospital Fray Bernardino de la ciudad de México.

2 comentarios:

Arturo Pérez Morán dijo...

Que tal Servín? me falta una cuarta parte para finalizar su novela y si es harto inquietante, incluso me ha angustiado al punto de dejar el libro para leer algo menos denso y dejar que se diluya la amargura...comprendo claramente el porqué del estado mental del sujeto de la foto.
Saludos cordiales.

Rabia pura dijo...

que transa carnal. imagino que has de recibir un chingo de mails como el mio, tratando de saludarte, felcitarte o alabarte, imagino que ha de ser chocante, pero ps que se puede hacer.

mira, he seguido con mucho interes todos tus textos. desde los que publicaste con nitro-press, en la replicante, los que salen en día 7 y por supuesto, tus novelas.

ésta última que sacaste con mondadori, esta bastate chingona. aunque "el empacho" sigue teniendo el primerísimo lugar.

verás, el viernes de la semana pasada te tope en una cervecería que casi está enfrente de gobernación. se llama "la vizcaya", le neta te ví y solo medio gusto terminar mi chela con tan buena compañia. no te hable siquiera, no por pena, ni por moder el rebozo. solo quise dejarlo así. ya despues podemos platicar.

sale canijo, sigue vomitando palabras de odio y ps que siga habiendo jale pa rato.

un abrazo
israel

pd. ah, por cierto. escribi una reseña de "al final del vacío" en mi blog. a ver si te das una vuelta.
sale.